No es habitual en el estilo nórdico el uso de colores y grafismos tan fuertes como el rojo y las flores que han utilizado para las paredes de este apartamento rehabilitado en un edificio de 1920. Sin embargo dota a la vivienda de personalidad y convierte al comedor en el protagonista de la casa.

Se trata de un apartamento con amplias habitaciones, techos altos y mucha luz natural. El apartamento invita a socializar y por ello, el comedor está abierto a la cocina y cuenta con un gran espacio para poner la mesa para grandes cenas. Una de las paredes está decorada con un papel del artista italiano Piero Fornasetti  de su obra "Frutto Proibito", mientras que las otras paredes pintadas de blanco y rojo combinan con el suelo de roble creando un espacio muy acogedor. Junto al comedor se encuentra la cocina, con una gran isla que sirve de separación entre los dos espacios decorada en tonos blancos y con azulejo cuadrado tan característico del estilo nórdico.

Frente a la entrada principal se encuentra el salón, una estancia independiente y muy luminosa donde la protagonista es la pared decorada con motivos de ciudades. Cuenta además con dos dormitorios, un baño y una gran terraza.

Una de las cosas que más me gusta de los apartamentos nórdicos es cómo aprovechan el alféizar de la ventana. En este caso, decorados con una bonita piedra, sirven como almacenamiento extra y en uno de ellos han creado un bonito rincón de lectura.













Vía Stadshem

¿Qué os parece este apartamento de estilo nórdico tan peculiar?

Que tengáis muy buena semana!!