Sí, ya sé que el título es un poco confuso. Que hoy comparto con vosotros una receta de pan de molde casero está claro. Pero lo del reto de enero, teniendo en cuenta que estamos en marzo, quizá os genere alguna duda. No os preocupéis, os lo voy a explicar todo para que lo entendáis un poquito mejor...


Este año en vez de escribir la típica lista de propósitos que nunca cumplo y que año tras año renuevo con la esperanza de poder llevar a cabo alguno de ellos, pensé en hacer algo más divertido y productivo y que me aportase algo bueno durante todo el año. Así que, a principios de año decidí ponerme un reto y APRENDER A HACER ALGO NUEVO CADA MES. En enero elegí aprender a hacer pan de molde, el por qué fue fruto de la casualidad y os lo cuento ahora. Y sí, ya sé que voy con un poco de retraso pero no ha sido tan fácil como yo pensaba...

Por Navidad le regalé a mi hermana pequeña un molde de silicona de Lékué pensando que, como le gusta mucho la cocina, le haría ilusión. Pero nada más lejos de la realidad, no acerté para nada y viendo el poco entusiasmo que mostró con mi regalo decidí quedármelo.

Nunca me había planteado hacer pan en casa y mucho menos pan de molde, pero hace unas semanas, mientras rondaba por algún lugar de mi cabeza la idea de querer aprender a hacer algo nuevo, lo encontré en un cajón y pensé: ¡voy a lanzarme!

Aún sabiendo que el tema de los panes es muy delicado, pues tengo una madre cocinitas y enamorada del pan casero, decidí que aprender a hacer pan de molde iba a ser mi primer reto del año.

Resulta que soy poco amante de las máquinas, así que buscaba una receta en la que se pudiese hacer todo de forma manual. Sí, para algunas cosas soy un poco antigua. Me gusta el proceso que conlleva la elaboración de cualquier receta paso a paso y de forma manual.

Así que en silencio y sin levantar expectativas, por lo que pudiera pasar, me lancé a la búsqueda de la receta perfecta para hacer el pan de molde perfecto. Tengo que reconocerlo, no ha sido fácil. Dar con las cantidades exactas, entender el por qué de la doble fermentación, los tiempos de reposo, el amasado etc. me ha llevado más tiempo de lo que pensaba. Y sin darme cuenta ha llegado marzo, y yo ya debería estar centrada  en otros dos retos... Pero algunas cosas necesitan su tiempo y creo que lo importante de un reto es conseguirlo y hoy por fin puedo decir que he conseguido hacer mi primer pan de molde casero.

Comparto con vosotros la receta y os animo, sobre todo, a que probéis a hacerlo porque el resultado merece la pena. Se pueden hacer muchas de variantes del pan de molde, con harina integral, añadirle semillas, aceitunas e incluso fruta o chocolate. Yo de momento me quedo con la versión clásica.

Y además, con el gustazo de poder decir ¡reto conseguido! 




Las cantidades que os pongo son para el Molde de silicona de Lékué de 28 cm. Si no lo tenéis y no queréis comprarlo debéis adaptar las cantidades al tamaño de vuestro molde.



INGREDIENTES:

800 gr de harina de fuerza
240 ml de agua
200 ml de leche
80 gr de mantequilla derretida
16 gr de levadura en polvo
30 gr de azúcar
16 gr de sal

PREPARACIÓN

La elaboración es muy sencilla. Mezclamos por una parte los ingredientes líquidos y por otra los secos. Añadimos los líquidos poco a poco a los secos y vamos mezclando bien hasta conseguir una masa homogénea. Cuando no quede harina suelta, sacamos la masa del bol y amasamos con las manos hasta conseguir una masa elástica. Hacemos una bola y la dejamos reposar dentro de un bol untado con un poco de aceite y la tapamos con un paño.

Dejamos reposar hasta que doble su volumen. Si hay algo que he aprendido es que con el pan de molde tienes que tener paciencia pues el tiempo de levado dependerá mucho de las condiciones exteriores, esto es, la temperatura y la humedad.

Una vez que la masa haya levado la extendemos y estiramos con las manos, apretando bien para eliminar el aire sobrante y de esta forma evitar que se queden burbujas. Hacemos con la masa un rollo de la medida del molde. A la hora de enrollar es importante ir apretando para que el rollo quede bien pegado. Lo introducimos en el molde y dejamos reposar. Si no utilizáis un molde de silicona debéis engrasarlo antes de meter el rollo.

Dejamos el rollo en el molde tapado con un paño para que vuelva a levar.

Cuando la masa doble de nuevo el volumen precalentamos el horno a 220º e introducimos el molde en el horno durante 20 minutos, bajando la temperatura a 180º.

Lo sacamos del horno y desmoldamos dejándolo encima de una rejilla para que enfríe. Y listo! ya podéis disfrutar de vuestro pan de molde casero!!


Espero que os animéis y compartáis conmigo vuestras experiencias!!!